martes, 21 de febrero de 2012

La cultura buchona


Los buchones crearon una realidad paralela, donde el dinero consigue todo lo que suponen es la felicidad, pero también una vida corta y rápida en demasía.
El término buchón se acuñó en la meca del narcotráfico en México por excelencia: Sinaloa. Se refiere a aquellas personas dedicadas a las actividades del narcotráfico: siembra, distribución y venta de droga. Hace algunos años los buchones eran sólo ellos. Con la famosa lucha contra el narcotráfico parece que no encuentran ya razón para esconderse, han salido de sus escondites y se pavonean por las calles en sendas camionetas 4x4.
En “El Blog del Narco” hay tres versiones acerca del origen de la palabra, en la primera se asocia a la bebida alcohólica Buchanan’s, consumida con frecuencia en este círculo social, en la segunda afirman que, como consecuencia del consumo de agua de mala calidad de los hombres que sembraban en la sierra, y después de beberla durante años, se les hinchó el cuello, y la gente, comparando el cuello con el buche de los animales, los llamó buchones. La última versión tal vez sea la más apegada a la realidad “Se le dice ‘buchón’ al que por la lana que trae, el carro o la vestimenta, se crece pues, se le infla el pecho o el buche, ya sea que sea narquillo o no”, según este mismo blog.
Estos grupos de narcotraficantes buchones, con su característico oficio, su propo código de honor, música, vestimenta y relaciones sociales, son ya una tribu urbana con sus propias reglas y códigos.
La cultura buchona encierra un estilo de vida muy particular. El objetivo principal es reflejar en cada aspecto de su vida la solvencia económica que su oficio les da. Lo primero que salta a la vista es su vestimenta. Los hombres visten pantalones de mezclilla, camisolas y camisetas de marcas costosas: Ralph Lauren, Versace, Ed Hardy, Dolce&Gabbana, Armani; en su cuello cuelga una gruesa cadena de oro blanco con un dije de cruz, sus manos se adornan con anillos con piedras preciosas y no puede faltar el reloj Rolex o Cartier.
            Las mujeres que se relacionan con los narcotraficantes han obtenido notoriedad en los últimos años, su papel se ha convertido en un simple trofeo para presumir. El único requisito es ser bonita y valiente. El novio buchón le compra ropa ostentosa, joyas, bolsas, maquillaje, cabello y uñas falsas, le paga operaciones estéticas y le consigue la camioneta más grande y costosa del año. Todo para mostrarla como parte de sus propiedades, mientras ella disfruta de una vida glamorosa a la que no tendría acceso por sus propios medios. Ella lo sabe y trata de sacarle el mayor provecho. No necesariamente trabajan con sus novios, pero también tienen una vida corta y rápida.
            Más brillo en su vestimenta y sus joyas significa mejor una mejor calidad de vida. Ellos no duran mucho con la misma mujer, ni ellas con el mismo narco. Son como una estrella fugaz, brillan repentinamente y después se apaga su estela sin dejar rastro, luego aparecen en otro lugar con otro cielo.  
            Grupos de jóvenes buchones wannabe aparecen en todas las ciudades, la moda se ha extendido a otros estados: Sonora, Baja California, Nuevo Léon, Chihuahua, Tamaulipas, Michoacán y hasta Jalisco, donde la actividad de narcotraficantes es relativamente poca. Escuchan narcocorridos a todo volumen en sus carros, compran ropa de marca, pero más accesibles, como AéropostaleAbercrombie y Hollister. Utilizan gorras Ed Hardy plagadas de pequeños brillitos y estampados coloridos, traen pegado a la cintura su radio Nextel y se les puede encontrar en los restaurantes y bares más finos.
No hay un número exacto de la cantidad de jóvenes que han traído esta moda a sus vidas, desde originarios de pequeños pueblos, jóvenes estudiantes de preparatoria y universidad, de cualquier clase socioeconómica. 
Muchos de los que siguen la moda no pertenecen al mundo del narcotráfico, pero la mayoría lo aspira. El dinero fácil, la ‘superación’ y el estilo de vida derrochador se sobreponen al acto delictivo y las consecuencias que podría (debería) acarrear. Algunos otros, simplemente adoptan esta tendencia por la identificación personal, gustos y preferencias.
Este modo de conducirse por la vida es hasta cierto punto bien visto socialmente, aún cuando enaltezca una actividad que ha causado quiebres en todas las capas de la sociedad y se trate de prácticas ilegales. Irónicamente, se unen al enemigo nacional porque así se goza de prestigio y estatus social que como individuo ‘normal’ no se tendría.

3 comentarios:

  1. Aunque con su definición cierra mucho el espectro de la cultura buchona, lo actualiza. Es de lo mejor que he encontrado en internet, sólo hay que agregar que dicha cultura ya permeó a nuestros gobernantes, por lo menos en los hábitos de consumo.

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  2. Aunque con su definición cierra mucho el espectro de la cultura buchona, lo actualiza. Es de lo mejor que he encontrado en internet, sólo hay que agregar que dicha cultura ya permeó a nuestros gobernantes, por lo menos en los hábitos de consumo.

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  3. creo que falto hablar sobre la mujer buchona ahora llamada luchona que tiene hijos de diferentes padres y todos le dan dinero para sus hijos, pero ellas solo piensan en divertirse y buscar otro narco con mejor troca como ellas dicen y los hijos crecen solos en la calle convirtiendose en delincuentes a muy corta edad y las niñas crecen con la idea de ligarse un bato como dicen ellas con chingo de billetes y una troca ,no se necesita estudiar ni trabajar pues con sexo se tiene todo

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